Valenciano de nacimiento, y navarro de adopción, soy Aurelio, tengo 59 años, vivo en pareja en un pueblo de la comarca de Pamplona, y mis nietos me llaman Yeyo, ¡Ojo!, no confundir con Yayo, no es lo mismo, leer mis contenidos y lo entenderéis.

¿Nos merecemos nuestros sueños?

Según la fuerza de voluntad, y desde el punto de vista laboral o profesional, considero, desde mi humilde punto de vista, que hay tres tipos de personas:

  • Los primeros, los que se esfuerzan, se sacrifican, y trabajan para conseguir un objetivo, tienen claro lo que buscan, y pelean y son constantes en la consecución de ese fin; no tienen asegurado el éxito, no es una condición sine qua non, para conseguir el propósito deseado, pero desde luego sí están adquiriendo mas papeletas para lograrlo, y tienen mas posibilidades para ello. En resumen, es mas fácil conseguir un objetivo si te esfuerzas en lograrlo, que si no lo haces.
    chica exitosa que se ha esforzado mucho
  • Los segundos, pues ahí están, a verlas venir. son los que no mueven un dedo por conseguir algo mínimamente deseado, y que siempre añoran conseguir, aunque sea regalado por el destino, o por el universo, como decía aquel. Se quejan de lo injusta que es la vida que les ha tocado vivir, pero son incapaces de hacer algo que les libere de esa injusticia. Estos, a no ser que un golpe de suerte les ayude, no conseguirán nunca nada, pues no se esfuerzan lo más mínimo por lograrlo. 

    hombre fracasado

  • El tercer tipo de personas, son los demás, los que se encuentran en un término medio, los que luchan y se esfuerzan en el día a día, por conseguir esos pequeños propósitos cotidianos, como son el trabajo, la familia, los amigos, etc. que cuesta conseguir cada día; pero cuando se refieren a los grandes objetivos vitales, como por ejemplo sacar una carrera, un futuro mas cómodo, un trabajo mas llevadero, una preparación para conseguir mejoras en la vida, nos entra la pereza, nos acomodamos, somos capaces de ver lo bueno que tenemos en esta vida, y negamos los parabienes que nos pueda ofrecer la vida alternativa, incluso, somos capaces de pensar que aun esforzándonos, no tenemos asegurado el éxito, y eso hace que nos rindamos enseguida a la primera piedra que encontremos en el camino.

Antes de que vosotros, lectores, busquéis en que grupo os encontráis, quiero ser yo el primero que me sitúe entre estos últimos. No soy un inconformista, luchador, que quiero cambiar radicalmente mi vida para mejorarla, en todos los aspectos, no soy ambicioso, ni anhelo más riquezas ni parabienes que los que tengo ahora; pero tampoco soy un quejica, que se queja de todo, pero no hace nada por cambiarlo. Me considero, como casi todos, un luchador del día a día, conseguir esos pequeños objetivos que se me presentan cada día, como son, por ejemplo, cumplir con mi jornada laboral, los hijos, o los nietos en mi caso, tener a mi mujer contenta, mis pequeños placeres, como son, por ejemplo, escribir en este blog, y bueno, seguro que a todos y cada uno de nosotros, se nos ocurrirán mil propósitos diarios que te mantienen ocupado y luchando por ellos en el día a día.

padre de familia con dos hijos

¡Y claro que he tenido grandes sueños, como todos! Pero por la razón que sea, no he sido capaz de luchar por ellos. O la vida se te ha presentado de otra manera, o yo mismo me he resistido a luchar por ese sueño. El caso es que me hubiera encantado ser informático, estudiar una carrera de ingeniería informática, y haber trabajado en ese vasto campo, pero no he sido capaz. Suena a excusa, y además de las baratas, pero llegué un poco tarde al mundo de los ordenadores, y eso que cuando los descubrí, tenía como 25 años, o sea toda la vida por delante para prepararme, pero decidí entrar en ese mundo de la forma mas cómoda, a mi aire, y claro, lo que hice fue dejar pasar el tiempo, y finalmente perderlo. Lo que sé ahora, lo he aprendido yo solo, pero no es suficiente para trabajar en un mundo tan especializado como es el de la informática.

Y, tal y como reflejo en el título del post, todos esos sueños laborales que tenemos, ¿realmente nos los merecemos? Cada uno que piense lo que quiera, con arreglo a como le ha ido o le va en la vida. Si se los merece o no, es un asunto personal de cada uno, y que cada uno reflexione en su fuero interno, sobre este tema. Yo, personalmente, creo que no me los merezco, pues no he sido capaz de luchar por ellos; pero tampoco me siento un fracasado. Ahora, con los años que tengo, y toda la experiencia adquirida a lo largo de mi vida, me arrepiento de no haber sido de ese primer grupo de personas que son capaces de luchar por sus sueños. En realidad, los admiro. A esos trabajadores especializados, que han estudiado una carrera, o una oposición, y han optado a un puesto de trabajo, acorde con sus estudios, ya sean jueces, ingenieros, arquitectos, o funcionarios, etc. ¡Enhorabuena! A esos trabajadores autónomos, que, sin tener tanta preparación, sí son capaces de sustituirla por tesón, trabajo, sacrificio, y esfuerzo para salir adelante en el día a día, e incluso, poco a poco, con el tiempo, ir mejorando sus condiciones de vida. ¡Bravo por ellos! O los pequeños empresarios, que son capaces de arriesgar su dinero y su tiempo, por un proyecto, que, no saben si va a salir adelante, o va a fracasar. Deben dedicarle todo su tiempo, dinero y esfuerzo en sacarlo adelante. Incluso participan del bienestar del país, creando puestos de trabajo, y generando riqueza. ¡Bien hecho! También admiro a todos aquellos que han nacido con un don, y son capaces de mejorarlo, y desarrollarlo a lo largo de su vida para conseguir ser de lo mejor en su puesto, como son, por ejemplo, los artistas, los deportistas, y todo aquel que para desempeñar alguna tarea necesita unas aptitudes innatas.

deportista profesional

Pues bien, igual que digo una cosa, digo la otra; no me gustan todo ese tipo de personas que solo saben que regruñir, quejarse, protestar por una vida mejor, pero son incapaces de mover un dedo, hacer algo, por evitarlo, por mejorar. Son conformistas, se creen con el mismo derecho que los demás a tenerlo todo, y en esta vida, las cosas no se regalan, cuestan algo, dinero, esfuerzo, trabajo o sacrificio. Por eso entiendo que las cosas son para quien las merezca, soy partidario de la meritocracia. El que de verdad busque con ahínco algún objetivo en esta vida, es el que lo merece. No quiero decir que tenga que conseguirlo, eso depende de otros factores, pero sí se lo merece; y si lo consigue, hay que respetárselo, y no criticárselo. Lo ha buscado, lo ha conseguido, y se lo merece. Punto.

Estamos viviendo en unos tiempos en los que a todo aquel que triunfa, se le envidia y critica por lo bien que le va en la vida frente a otros que no han tenido suerte, o sencillamente, no la han buscado, por lo que deambulan por esta vida con mas pena que gloria. Deberíamos promover y premiar ciertos valores como el emprendimiento, la voluntad, el sacrificio, el trabajo, en definitiva; premiar todos esos valores tan denostados últimamente, sin menoscabo de que a aquellos que no han tenido tanta suerte, se les pueda ayudar a sobrellevar mejor esa situación. Una sociedad, en la que se castiga el esfuerzo, y se premia a aquel que no hace nada, por el hecho de no haber tenido suerte, no tiene ningún futuro. Ninguno.

Como habréis podido comprobar, solo he hablado de los sueños o propósitos profesionales, o laborales, pero no todos los sueños se refieren a lo profesional, hay mucha variedad de sueños, está el viajar, el ayudar a los demás, el mejorar como persona, etc… y otras muchas posibilidades que se pueden cumplir, que no hay espacio en este post para enumerarlos. Pero todos tienen en común, que hay que trabajarlos, hay que esforzarse, sacrificar algo para conseguirlo, tiempo, dinero, o cualquier otra cosa de valor que invertir en ese objetivo. No hay sueño cumplido sin esfuerzo. Es lo que hay.

¡Hasta la próxima!

 

 

 

Share:

La música es felicidad

 Dicen por ahí, que la felicidad es un conjunto de breves momentos en la vida, que te dan satisfacción, te dan placer, y te mantienen durante un rato, en un estado de éxtasis, y fascinación, que te llevan a estar encantado espiritualmente contigo mismo. Cada uno tiene sus ratos de placer, y no tienen por qué ser los mismos en todos, a mí, por ejemplo, me produce un gran placer, el tomarme un buen café calentito en una cafetería del centro de la ciudad, por la mañana en pleno invierno. O comer en un restaurante con la familia o buenos amigos y estar charlando de cualquier tema durante horas y horas. O pasear y entrar en los bares a tomar un pincho y un vino, por lo viejo de Pamplona. O el sexo, que es el placer por excelencia. Pero si tengo que destacar lo que me produce más satisfacción de todo, teniendo en cuenta mi edad, es escuchar música, sobre todo la música que me gusta.

collage de discos mios

   No llego a ser un melómano, pues eso sería enfermizo, pero me encanta la música; intento escuchar mis Playlist siempre que puedo, cuando tengo un ratito libre, cuando saco a mi perro, antes de acostarme, en fin, me encanta. Estoy suscrito a una plataforma de música, y pago por ello, y solo me produce satisfacción, pues tengo acceso a toda la música que quiero; hay millones de canciones, que es mucho más de lo que seré capaz de escuchar en toda mi vida. Pero no creáis que estoy oyendo la música más reciente que está saliendo ahora, en este siglo XXI; soy un amante convencido de la música del siglo pasado, principalmente de la música que sonaba desde que yo nací, allá por los años 60, y hasta principios de los 2000, aunque también en estos últimos años se puede reseñar algún cantante o banda que merezca la pena. Pero me centro en los verdaderos años de gloria del rock y del pop, como son los 60´s, 70´s, 80´s, y 90´s.

   Como os he contado antes, estoy suscrito a una plataforma, y es ahí donde escucho mi música favorita, pero eso no quita para que tenga mi pequeña y modesta colección de discos en vinilo, los LP´s de toda la vida, que me encanta tenerlos, aunque ya hace tiempo que no los escucho, pero los conservo. Después pasé a comprarme CD´s y también tengo mi pequeña y modesta colección, aunque últimamente tampoco los escucho, por el mismo motivo. Y desde que entró en este mundo, el streaming, han perdido protagonismo las formatos anteriores, por lo que ya están en desuso. Dicen que vuelve el vinilo, pero yo no lo acabo de creer, solo serán unos pocos nostálgicos que quieren recuperar viejas costumbres.

   Recuerdo cuando empecé a interesarme por la música, que tenía medios muy limitados para comprarme discos, y me compraba cintas de cassette vírgenes; y en ellas me grababa canciones de la radio, o algún disco que se compraba algún amigo, y yo me los grababa en mis viejas cintas TDK de 90 minutos. Cuando tenía algún pequeño ingreso lo aprovechaba para comprarme algún LP de 2ª mano, que era más barato, o alguna cassette original, aunque estas eran las menos. Así es como empecé con mi pequeña colección de música. Cuando era un adulto y ya tenía mi independencia económica, pues ya me compraba CD´s, y así continué con mi música. Mi época dorada en el mundo de la música, si es que algún día he dejado de tenerla, fue en los años 80´s que empezó mi adolescencia y pasé a mi juventud, y es cuando aprendí a amar la música.


  Ya comprobaréis que soy un amante de la música anglosajona, no me preguntéis por qué, pues no se hablar ni leer el inglés, pero esa lengua me parece más melódica en una canción, y la enriquece. En español, tiene que ser muy buena la letra para que me llame la atención. Otro motivo por el que me gusta más el inglés en la música es que al no entenderlo, escucho mejor los matices de los instrumentos y me centro más en la música; y en español, me fijo más en la letra y los matices se me escapan, aunque hay canciones españolas que son tan buenas como las mejores, sobre todo a partir de los 80.


Seguro que cada uno de vosotros, lectores de este blog, tenéis unos gustos musicales, y serán diferentes unos de otros, pero todos son al fin y al cabo respetables, ya lo dice el dicho, para gustos, los colores. Yo tengo los míos, y me ha apetecido compartirlos con todos aquellos que queráis entrar a mi nuevo blog, que se llama ‘La Playlist del Yeyo’. Escribo un poco de la historia de cada disco o canción de cada grupo o artista que expongo en el blog, y veáis los videos musicales que inserto en el texto para hacer mas amena la lectura. El enlace directo al blog es el siguiente: https://www.laplaylistdelyeyo.es/ La estructura del blog la divido en décadas, desde los 60 hasta los 90, y en cada una de ellas, incluyo grupos, artistas, discos o canciones, propias de cada década. Siempre, recordarlo, según mis gustos. También tengo un par de páginas de suscripción y contacto, por si os interesa suscribiros y estar informados de cada publicación. O si queréis contactar conmigo para decirme alguna cosa, referente al blog o a algún detalle de alguna publicación. Por supuesto, si queréis comentar algo de algún post, sentiros libres de hacerlo, en los comentarios de cada artículo.

¡¡Hasta la próxima!!






Share:

Traductor

Redes Sociales

YouTube Sígueme en Facebook Sígueme en WhatsApp Sígueme en Instagram Sígueme en TikTok

El Yeyo
La opinión es libre. Respeto y opinión, ese es mi lema.

Vistas de página en total

© 2024 Aurelio Vázquez