
El apagón duro en total, menos de 24 horas, pero lo
suficiente para hacernos una idea de lo mucho que dependemos de lo digital, y
lo muy abandonado que tenemos lo analógico. Las consecuencias, están por
determinar, pero van a ser enormes. Pero no es esto de lo que quiero hablaros
en este post. De ello ya hablé en un artículo anterior aquí, en el Diario del
Yeyo. Si quieres leerlo, y enterarte de las consecuencias de un apagón a gran escala, lee este enlace. De lo que quiero hablar es de las causas posibles y mas que posibles, que
provocaron el gran apagón. Aunque el Gobierno de la nación, aun no ha dicho ni
mutis, del tema, pues lo está valorando, ya se han adelantado, con mucha precaución, por parte de
expertos y también de la empresa pública REE que es la que gestiona el sistema
de suministro eléctrico, y garantiza la continuidad y seguridad del mismo. Por
lo que he leído, visto, y escuchado decir de expertos, técnicos, e ingenieros,
las causas se han reducido bastante y se limitan prácticamente a la delicada convivencia
entre dos tipos de energías, las energías síncronas y las asíncronas. O sea las
energías renovables y las energías tradicionales. La empresa REE, es la que decide, que Mix debe ser tomado en cuenta en cada momento, para atender las necesidades eléctricas del pais.
Para entenderlo bien, imaginemos nuestro sistema eléctrico
como una orquesta gigante. Cada tipo de central (nuclear, de gas, eólica, solar,
y otras muchas...) es un instrumento que aporta su sonido, es decir, su
electricidad. Para que la melodía (el suministro eléctrico) sea constante y
armoniosa, todos los instrumentos deben tocar al compás.
Las energías renovables, como el sol y el viento, son como
músicos talentosos pero un poco temperamentales. El día que hace mucho sol o
mucho viento, tocan con mucha fuerza, generando mucha electricidad. Pero si las
nubes se echan o el viento calma, su "volumen" baja. Esto, en sí
mismo, no es un problema, siempre y cuando tengamos otros "músicos"
en la orquesta (energías tradicionales), que puedan compensar esos altibajos.
Aquí es donde entra en juego un concepto un poco técnico
pero fundamental: la inercia. Imaginemos un gran ventilador girando. Si de
repente le cortamos la corriente, tardará un rato en pararse por completo. Esa
"inercia" en el sistema eléctrico la proporcionan principalmente las
grandes centrales tradicionales (las de gas, las nucleares, las hidroeléctricas
con grandes embalses). Estas máquinas pesadas y giratorias ayudan a que la
frecuencia de la electricidad (el "ritmo" de nuestra orquesta) se
mantenga estable.
¿Y qué pasa con las renovables? Pues muchas de ellas, como
las placas solares o los modernos aerogeneradores, no tienen esa inercia
"natural". Su electricidad se genera de forma diferente, a través de
la electrónica. Es como si tuviéramos muchos músicos electrónicos muy buenos,
pero sin la "masa" de los instrumentos tradicionales para mantener el
ritmo constante.
Entonces, ¿fueron las renovables las culpables del apagón?
La respuesta corta es que probablemente no fueron la causa directa, al menos
según los análisis iniciales. Sin embargo, la creciente presencia de energías
renovables en nuestro sistema eléctrico sí que plantea nuevos desafíos técnicos
que podrían haber contribuido a la forma en que se desarrolló el problema.

Aquí es donde entra en escena un "instrumento"
cada vez más importante en nuestra orquesta eléctrica: la existencia de músicos
de reserva, o sea, el almacenamiento de energía. Imaginen grandes baterías
gigantes, como las de los coches eléctricos pero a escala industrial. Estas
baterías pueden "guardar" la energía que sobra cuando el sol brilla
mucho o el viento sopla fuerte, y liberarla cuando estas fuentes renovables
bajan su "volumen".
Expertos en la materia lo tienen claro. La clave para una transición energética exitosa y segura no es renunciar a las renovables, sino integrarlas inteligentemente con sistemas de almacenamiento robustos y redes eléctricas más flexibles. El apagón nos recuerda la urgencia de invertir en estas soluciones. Mientras no existan esos mecanismos de almacenamiento, la coexistencia entre los distintos tipos de energías es necesaria, e incluso debería ser obligatoria, para evitar otros episodios.
La falta de inercia en un sistema con alta penetración de
renovables puede hacer que sea más vulnerable a las perturbaciones, y que
sucedan cosas como la del fatídico día 28 de abril. Por tanto es un riesgo que, como todo riesgo, no se debe correr. La decisión de repartir las distintas energías en cada momento,la deben tomar los técnicos, que son los que saben en cada momento lo que hay que hacer. El almacenamiento, junto
con otras tecnologías como los 'síncronos virtuales' que emulan la inercia, son
fundamentales para garantizar la estabilidad. y la decisión debe ser tomada en aras de esa estabilidad.
¿Qué nos dice todo esto? Que las energías renovables son
esenciales para un futuro más limpio, ¡eso está claro! Pero su naturaleza
variable requiere que repensemos cómo gestionamos nuestro sistema eléctrico.
Necesitamos "músicos de reserva" fiables, como las baterías a gran
escala o las centrales de gas de ciclo combinado que pueden arrancar
rápidamente. También necesitamos redes más inteligentes y flexibles, capaces de
adaptarse a los cambios en la generación y la demanda.
Este incidente, aunque molesto, puede servirnos como una
valiosa lección. Nos muestra la importancia de invertir en investigación y
desarrollo de tecnologías de almacenamiento, en mejorar nuestras redes
eléctricas y en encontrar el equilibrio óptimo entre las diferentes fuentes de
energía.

Para aplicar toda esta teoría, a la práctica española,
convendría tener en cuenta, quien es el, o la encargada de tomar las decisiones
del llamado Mix Energético, o sea el reparto de las distintas energías, para
aportar el conjunto de electricidad al país. Si las decisiones las toman los
técnicos, serán decisiones basadas en los datos, en la experiencia, en la teoría,
y por tanto serán decisiones correctas. Sin embargo, si las decisiones las toma
un político, sin ningún conocimiento, ni experiencia sobre el tema, y que
además, solo tiene en cuenta un criterio, el político, esa decisión, tiene
muchos visos de ser incorrecta. Si el, o la política, toma su decisión, sin
tener en cuenta la opinión de los expertos que le aconsejan, demuestra tener mucha
ignorancia, y mucha osadía y temeridad, pues está jugando con el suministro de electricidad
de un país entero, con casi 50 millones de personas. Visto así, la pregunta es
clara: ¿es conveniente tener una persona así al frente de una empresa estratégica
de ese calibre? Recordemos que la persona al frente de REE, es una miembro del
partido del Gobierno, nombrada por el mismo Presidente, y que sigue la misma
dinámica que el resto de miembros del Gobierno. No dimitir. Y si tampoco la
echa nadie, pues apañados estamos. Si, por lo que he llegado a leer, tomó la
decisión que tomó, como lo hizo, por contentar al Gobierno “verde” y a su
Presidente, aumentando la cantidad de energías verdes dentro del mix, entonces
hay que añadirle el calificativo de sectaria, por seguir los preceptos
inquebrantables de la mal llamada progresía española.
En definitiva, amigos del "Diario del Yeyo", y ya para finalizar, el futuro energético pasa por las renovables, sí, pero también por la inteligencia y la inversión en sistemas que nos permitan disfrutar de esa energía limpia de forma segura y continua. ¡Que no se nos vuelva a ir la luz!
¡¡Hasta la próxima!!
P.D.: Si quieres suscribirte al blog, para estar informado de todo lo que ocurra en él, pulsa en este enlace, y rellena el formulario que te sale. No te preocupes, no cuesta nada. Es muy fácil. Solo tienes que poner tu nombre y una dirección de correo electrónico. Nada más. Hazlo y te lo agradeceré eternamente. Gracias.
0 comments:
Publicar un comentario
Comenta lo que quieras. Pero sin insultar, y siempre con respeto