Los tres poderes y la democracia
La democracia actual se basa muy profundamente en tres
poderes, según materializó el filósofo político Barón de Montesquieu en 1748,
en su libro El Espíritu de las leyes: el poder Ejecutivo, formado por el
Gobierno de un país, el poder Legislativo, formado por las Cámaras
representativas, elegidas por los ciudadanos, y el poder Judicial,
formado por el conjunto de jueces y magistrados que se encargan de impartir
justicia, y que se cumplan las leyes. Todo es mas complicado que lo que yo he
definido aquí, pero, en resumen, es así. El secreto de un buen funcionamiento
del sistema democrático de un país es que los tres poderes que he mencionado
funcionen perfectamente, por separado, y controlándose unos a otros. Ahí es
donde radica la democracia. Es un engranaje que debe funcionar perfectamente,
si queremos tener una buena salud democrática. Si un poder destaca sobre los
otros, la democracia se debilita, y deriva en autocracia. Aunque el Parlamento
de un país haya sido elegido por los ciudadanos, no tiene la potestad de hacer
lo que le venga en gana, sino que debe asumir las leyes, y comportarse según
ellas, porque tiene detrás, un poder, el judicial, que lo controla. Aunque el Gobierno
de un país haya sido elegido legítimamente por un Parlamento, tampoco puede
hacer lo que le de la real gana, pues tiene que rendir cuentas ante ese Parlamento
que le ha elegido, y ser vigilado por el poder judicial, que debe velar por el
cumplimiento de las leyes, también por parte del Gobierno. Y también el poder
judicial debe ser controlado, pues existe una larga cadena de tribunales y
personas que cumplen distintas funciones en el conglomerado judicial, jueces,
fiscales, abogados, etc. que se encargan del buen funcionamiento del sistema, y
en caso contrario, hay un complejo sistema de recursos, en los cuales se pueden
corregir los defectos que puedan producirse en los distintos tribunales. En
España, la Constitución de 1978 se encarga de organizar todo este complejo
sistema de contrapesas que forma el sistema democrático actual en nuestro país.

Situación en España
Pero, lógicamente, el sistema no es perfecto. En España,
tenemos un sistema de controles de los distintos poderes, bastante mejorable.
Lo marca la Constitución, de acuerdo, pero en mi opinión, podría ser mejor y
mas completo. Yo me pregunto, ¿Por qué hay determinados Tribunales, y altos
Tribunales, que son nombrados por los partidos políticos? Con el tiempo, eso
lleva a obediencia debida de los jueces, hacia esos partidos y por tanto la
justicia impartida, no es tan justa, sino mas partidista. El nombramiento lo
hacen tanto las Cámaras de representantes, el Congreso y el Senado, como el
Gobierno, lo cual crea una dependencia del poder judicial respecto de los otros
dos poderes, el ejecutivo y el legislativo. Y ahí es cuando empiezan a fallar
las cosas. Porque es cuando la Justicia se pone de parte del Congreso, y del
Gobierno. Y es cuando la democracia deja de ser lo que es, para ser autocracia.
Voy a poner varios ejemplos.
- · La Fiscalía General del Estado, tiene como misión principal, según la Constitución art. 124.1 “… promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del interés social.” O sea, es el organismo que vela por el interés público, y que este se ajuste a las leyes, y si no es así, promover la acción de la justicia, para que actúe en consecuencia. Yo me pregunto, ¿Porqué lo nombra el Gobierno? Si un Gobierno no tuviera escrúpulos, y quisiera abusar de la institución, puede nombrar a un amigo suyo, y que este haga todo lo que el Gobierno quiera. Eso ya no es justo, ni moral. ¿No sería mejor, y mas justo, que el cargo lo eligiera, una junta de fiscales, elegidos por todos los fiscales del país, y con criterios puramente jurídicos? Dejaría de actuar con criterios políticos, y se ceñiría a su responsabilidad jurídica, de forma exclusiva.
- · El Tribunal Constitucional. Según el artículo 159.1 de la Constitución, “El Tribunal Constitucional se compone de 12 miembros nombrados por el Rey; de ellos, cuatro a propuesta del Congreso por mayoría de tres quintos de sus miembros; cuatro a propuesta del Senado, con idéntica mayoría; dos a propuesta del Gobierno, y dos a propuesta del Consejo General del Poder Judicial.” ¿Por qué las Cámaras de representantes nombran los miembros del Tribunal Constitucional? ¿El Consejo General del Poder Judicial solo nombra dos miembros? ¿No debería ser al revés? Así son elegidos por criterios políticos, y no por criterios jurídicos, y claro, ya se sabe lo de la obediencia debida… De esta forma, tenemos otro importante organismo constitucional, politizado y controlado por un partido político. Se rompe de nuevo la independencia de uno de los poderes jurídicos.
- · El Consejo General del Poder Judicial. Según una ley Orgánica de 1985, los miembros del C.G.P.J los eligen de nuevo, las dos Cámaras, Congreso y Senado, y por tanto, volvemos a la politización de otro órgano judicial, por lo que los partidos políticos, vuelven a ser determinantes en la independencia de este órgano jurisdiccional, tan importante, que se encarga de elegir, a un Tribunal tan importante como el Tribunal Supremo, que es el máximo tribunal del Estado.

Por tanto, comprobamos que, en
este país, los máximos órganos jurídicos, son nombrados por los partidos
políticos, por lo que son obedientes a ellos, y desaparece así, lo que es la
independencia judicial. Lamentablemente, estamos en un régimen de partitocracia,
que, en mi opinión, no es nada saludable para nuestro estado democrático, y se
encamina, si no hacemos nada al respecto, a un estado mas autocrático, en el
que mandará sin objeción y sin control alguno, el gobierno de turno.
La Unión Europea, ya ha declarado
su apoyo y total respaldo a la independencia judicial, al nombramiento de los
jueces, por parte de los propios jueces, por lo que está llamando la atención a
todos aquellos países europeos, que debilitan y dañan esta postura. Entre
ellos, España. Esperemos que les hagan caso, y faciliten de una vez, la tan
ansiada y poco valorada por los ciudadanos, independencia judicial real.
Teóricamente, hay tres poderes,
que son los que he tratado aquí, el ejecutivo, el legislativo y el judicial.
Pero siempre, en la práctica, se ha hablado de un cuarto poder, la prensa, que
tiene como una de sus obligaciones mas importantes, aparte de informar, la de
controlar a los tres poderes de toda sociedad democrática, y denunciar todo
aquello que no sigue los canales legales. La postura de la prensa, de cualquier
tipo, escrita, audiovisual, o digital, debe ser crítica siempre para con los
órganos que ejercen los tres poderes, el Gobierno, las Cámaras de
representantes, y los Tribunales de Justicia, y estos tres poderes, deben
aceptar y acatar dentro de la normalidad, esta vigilancia exhaustiva, que se
debe dedicar a informar a los ciudadanos de cualquier incidencia en la acción
de cualquiera de los tres poderes vigilados. Y eso debe ser considerado,
“normal”. Si no lo es, y algún poder es crítico con ese control, el riesgo de
falla democrática de ese poder es ciertamente real. Cualquier cosa que no sea la
aceptación de esa vigilancia, debe ser considerada antidemocrática.
Por lo que respecta a la
situación actual de nuestro país en lo referente a la separación de poderes,
tengo mi opinión, por supuesto, como cada uno de vosotros, amables lectores,
pero ahora no me es apremiante expresarla, lo que quiero es que seáis vosotros los
que me digáis lo que pensáis, en un comentario, y yo os contestaré, y podemos
debatir, sobre el tema.
¡¡Hasta la próxima!!
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