Valenciano de nacimiento, y navarro de adopción, soy Aurelio, tengo 59 años, vivo en pareja en un pueblo de la comarca de Pamplona, y mis nietos me llaman Yeyo, ¡Ojo!, no confundir con Yayo, no es lo mismo, leer mis contenidos y lo entenderéis.

Competencias digitales de las personas mayores

   En los tiempos que corren, todo se está convirtiendo en digital, todo se está informatizando, todo funciona a través de máquinas dirigidas por programas informáticos, aplicaciones, páginas web, etc... En resumen, y utilizando la palabra de moda, todo se está digitalizando. Estamos en un mundo cada vez más complejo, donde el móvil se ha convertido, no ya en una herramienta, sino en una necesidad; es una prolongación de nuestro brazo, que nos permite hacer, prácticamente, de todo, buscar información, conectar con alguien, leer noticias, orientarte por la ciudad, jugar, manejar la domótica de tu casa, manejar el dinero de tu banco, hacer trámites con la administración, en fin, tantas y tantas cosas, que se me haría una lista muy larga.     

    El móvil se está convirtiendo en una herramienta muy útil, pero a la vez requiere de ciertos conocimientos y pericia que hay que adquirir, y requiere tiempo para ello. Las últimas generaciones, lo están teniendo más fácil, pues ya nacen con un móvil en la mano, como quien dice. Y los que nacimos antes, pues, aunque lentamente, nos vamos acostumbrando al uso de esas maquinitas. 

     Los trámites y relaciones con las Administraciones Públicas han pasado de ser presenciales a telemáticas. Ya no tenemos que ir a la oficina de la Seguridad Social a solicitar una pensión. La operativa bancaria se ha volcado a la tramitación online, de forma que los propios bancos nos están empujando a usar la aplicación del banco para mover nuestro dinero o pagar recibos, o cualquier otra cosa. Y no digamos los cajeros, para sacar dinero. Y hasta nuestras relaciones con la atención primaria sanitaria se han tornado en virtuales. 

   Este proceso ya estaba en marcha antes de 2020, y era cuestión de tiempo que evolucionara a un escenario informatizado y telemático de las relaciones. Pero la pandemia ha hecho que sea más rápido y que, de la noche a la mañana, hayamos pasado de poder realizar nuestro trámite hablando con una persona a tener que hacerlo interactuando con una máquina. 

    Pero que pasa con las personas mayores, que no han tenido nunca ningún contacto con estas maquinitas infernales. Por que muchas de estas personas mayores, no tienen los conocimientos necesarios para adaptarse a esta revolución digital. Ni tampoco los recursos. Y se han quedado atrás en este campo. De ahí viene la palabreja, brecha digital.

   Aunque muestran interés por aprender, o curiosidad por empezar a conocer este mundo, un porcentaje alto se muestra reticente. Escuchamos frases como “ya estoy mayor para eso”, “eso no es para mí” o “no quiero aprender”.

Un abuelo con un móvil en la mano


   En una sociedad cada vez más digitalizada, la brecha que genera el no tener acceso a las nuevas tecnologías puede mermar el derecho a la información de las personas mayores, además de dificultar su participación y vinculación social. Lo cual quiere decir que se aíslan cada vez más.

Afortunadamente, existen muchas iniciativas que ofrecen capacitación digital adaptada a las necesidades de las personas mayores. Empresas o asociaciones como la Fundación La Caixa, la Fundación Cibervoluntarios, la Fundación de la Asociación Española de Banca, o la Fundación Telefónica, por poner algunos ejemplos, conforman iniciativas consistentes en talleres y cursos para enseñar a utilizar las diferentes herramientas tecnológicas a las personas mayores.

   El perfil de las personas mayores, a la hora de formarles en la digitalización, es muy diverso; factores como la edad o el nivel formativo previo, las inquietudes o necesidades de cada cual así lo determinan. Hasta hace poco, quienes acudían a estas formaciones buscaban socializar, entretenerse y aprender algo nuevo. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de asistentes buscan una formación, un aprendizaje rápido que les permita superar la barrera digital.

   Yo tengo la suerte de que me empezó a gustar este mundo de la informática cuando era joven. Y a lo largo de toda mi vida, he podido aprender a utilizarlos, y he estado abierto a las nuevas tecnologías. Y gracias a eso, hoy, a mis 58 años, puedo decir que me llevo bastante bien con la informática y los móviles. Si alguien necesita de mi ayuda para hacer algo con el móvil, o el ordenador, puede pedírmelo sin problemas. Si no se hacerlo, me buscaré la vida para aprenderlo, y enseñárselo.

¡¡Hasta la próxima!!








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